“Naricilla
respingona y un cuerpazo de escándalo. Llámame.”
Y a continuación, su número de teléfono. Así rezan las tres
líneas de ese escueto anuncio de la sección de contactos.
El mismo número de teléfono que me llama cada noche a la hora de la
cena para darme un beso y las buenas noches.
Desde la muerte de su madre, y mi posterior despido, todo está
costando demasiado. Sus estudios universitarios, mi soledad…
Ha llamado hace un rato, y bien, como siempre. Vendrá tras los
exámenes si no encuentra trabajo, dice. Que la quiero, princesa, le
respondo yo.
Finalista de la 12ª setmana de Relatos en Cadena, edició 2013-2014 [08.01.2014]. I ben content que em vaig quedar.
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